Una vecina
que discute una propina
le propina un improperio
y esto lo hace calentar
Es un Cadete,
que en problemas no se mete
pero le han dicho sorete
agarrá y tomátelas
Con la motito
haciendo un ruido impresionante
y justo enfrente hay un romance
que se está por alterar
Hay una mesa, una cerveza,
dos con la luna, el buen momento
ruge esa moto y uno de ellos
está diciendo “que te quiero”.
Pero esa moto es tan constante
el “que te quiero” hace otro intento
y ella levanta las dos cejas
dejando ver “que no te entiendo”
Y esa vecina
sigue en tono amenazante
y esa moto que hace alardes
y acelera un poco más
Y en el romance
el tipo quiere ir a pegarle
y ella dice que es un pobre
laburante y nada más
Y ya se siente
que esa frase es un desplante
que enrarece más el aire
y ha mermado autoridad
En esa mesa la cerveza
puede volar por las cabezas
ya no es la moto, es la torpeza
y él que no admite sugerencias.
Si soy medida, no hay derecho
que siempre grite y me haga a menos
Una es mujer, a eso lo acepto
pero también opino y pienso.
Y la vecina
guarda el vuelto en la cartera
ya la moto se despide
y acelera un poco más.
Y en la pareja
están pasándose las cuentas
“y mañana no me vengas
que esperá voy a cambiar”.
Se va la moto
y va llevando un pollo frío
y dos helados derretidos
que también hay que entregar.
La pobre mesa está sin gente
esa cerveza está caliente
y la vecina que ahora espía
cómo pelean los de enfrente
Y esto que pasa con la moto
también es todo lo estridente
y yo no fumo y soy conciente
que el aire puro, es mucho más...
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